lunes, 14 de febrero de 2011

buenisimo!!!

Mi madre miente, mi abuela miente, yo miento y mi hija mentirá el día que se convierta en madre.


Pero no son mentiras de las mentiras malas de verdad. Son mentiras piadosas, con buena intención, con una dosis despiste o simplemente para conseguir mantener el equilibrio. Estas son las que me han salido haciendo la lista. Deja un comentario si se me ha quedado alguna en el tintero.


Eso sí, espero que mi hija no lea este post hasta que tenga veinticinco años o más.


-"No te preocupes, que esto no te va a doler". Frase típica antes de entrar en la consulta del pediatra. Justo antes de que le quiten la camiseta y le pongan un estetoscopio frío en el pecho y en la espalda, le metan un cacharro por la oreja para ver cómo va el oído y le hagan sacar la lengua hasta las rodillas. Y eso es sólo una revisión periódica. Si encima está malito, ni te cuento (a mí un pediatra en los ochenta me metió en una bañera de agua helada para bajarme la fiebre). Lo siento, va a ser un rato molesto. Pero claro, no podemos decirlo.


-"Van a ser 5 minutos". Cuando una madre dice que van a ser sólo (y tenemos el morro de recalcarlo) 5 minutos, directamente es mentira. La última vez que me lo dijo mi madre fueron 30. Pero pasado un tiempo, te das cuenta de que las madres utilizan una medida de tiempo particular.


-"No tengo dinero para comprártelo". Esto es verdad cuando hablamos de cosas caras. Pero cuando pasas por una tienda de todo a un bolivar y les dices que no tienes dinero, lo más probable es que estés mintiendo. Seguro que tienes un bolivar. Pero claro, no se lo vas a comprar. Si lo haces una vez, estás perdida: entonces sí dejarías de tener dinero.


-"Esta vez me pongo a dieta de verdad". Todas las madres que conozco se han puesto a dieta por lo menos una vez. De hecho, creo que todas las mujeres que conozco se han puesto a dieta en algún momento (así está el mundo hoy en día). Y siempre decimos que esta vez es de verdad. Los tres primeros días te aferras como loca a los menús. Después, empiezas a comer de la papilla de la niña para animarla a que coma también, no te da tiempo a hacer la comida y acabas comiendo un bocadillo o simplemente acabas pidiendo una pizza porque nadie en casa puede más de cansancio. No te engañes... te vas a acabar saltando la dieta. Así que no te agobies y simplemente intenta comer sano el 99% del tiempo. Así te ahorras los remordimientos.


-"No lleva verduras". Sí, las lleva. Pero somos las maestras del disfraz y te las hemos escondido entre la base de la pizza y el queso. ¡Ja! Y no las vas a encontrar nunca.


-"El parto no duele tanto". Es mentira (a menos que te pusieran la epidural antes de que empezaran las contracciones). Nos hacemos las valientes. Lo que sí es verdad es que se pasa rápido, porque cualquiera tendría un segundo hijo (normalmente, el dolor del parto no suele ser un motivo para no tener otro más). Eso sí, si estás embarazada y estás leyendo esto: el parto no duele tanto como dicen, no te preocupes.

1 comentarios:

luis dijo...

quizás mentimos para no hacer sufrir a otro.la mentira mas peligrosa es la calumnia, ya que con esto se imputa siempre a algún inocente una falta no cometida en provecho malicioso

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